INVISIBLE

Invisible surge del silencio. La obra se insinúa más que se revela, invitándonos a una percepción más sutil. A primera vista, el lienzo parece vacío, etéreo, casi impalpable. Pero al contemplarlo de cerca, empiezan a aflorar tenues vibraciones cromáticas, ecos de formas que desaparecen tan pronto como aparecen. El artista nos sumerge en una dimensión inasible donde la ausencia es presencia potencial. Juega con los intersticios, con el espacio entre las cosas, evocando contornos invisibles. Con pinceladas espectrales esboza una realidad latente, dinamizando el vacío. Lo que no se ve da forma a lo visible como si lo ahuecara desde dentro. Invisible revela que la creación germina en los pliegues secretos del alma. Es un canto al poder generador de lo informe, a la magia que subyace en el mundo fenoménico. Una ventana a lo inefable. Con exquisita maestría, la obra del artista nos recuerda que la verdad habita en lo intangible.